MFT 03x07: Keep the Beat
All I can do when the road bends
Is lean into the curve
And all I can do when the tank's run dry
Is see what's in reserve
And all I can do when the plans break down
Is stay on my feet
And all I can do at thе end of the day is play on
Play on and keep the bеat— “Keep the beat” (Vivo)
… and all I can do when hace 43 grados en la calle is escribir una nueva entrada del blog1. And keep the beat.
Si la entrada del mes pasado fue prácticamente un monográfico sobre In The Heights (ya habéis visto In The Heights, ¿verdad? ¿VERDAD?), el tema principal este mes no se aleja mucho: también es una película, también es musical y las canciones también son de Lin-Manuel Miranda. ¡Sorpresa!
📺 ¿Qué estoy viendo?
Pues eso. Vivo (en Netflix), la película sobre un kinkajou2 que canta (técnicamente, la película sobre cómo ese kinkajou y una niña descubren juntos lo importante que puede llegar a ser una canción), y al que pone voz, no os lo vais a creer, Lin-Manuel Miranda. Me ha gustado un montón, y la banda sonora (un poquito más sobre ella más adelante) es todo lo que cabría esperar de una banda sonora de Lin.
Y por si una película animada fuera poco, en unos meses sale Encanto, que no sólo tiene pintaza sino que también tendrá música de Lin, que supongo que está intentando que todas las canciones nominadas a los Oscar este año sean suyas, y yo no tengo absolutamente nada en contra de ese plan.
Películas animadas aparte, contra todo pronóstico (porque uno pensaría que en medio del verano la cosa estaría mucho más tranquila) estoy viendo o he visto un montón de cosas: la nueva temporada de Never Have I Ever (que no baja el nivel ni un poquito), la de The Good Fight (hablando de no bajar el nivel, menuda temporada, y menudo fichaje Mandy Patinkin), los primeros capítulos de la última (snif) temporada de Brooklyn 99 (que lo tenían dificilísimo y por ahora están saliendo bastante airosos), Schmigadoon! (un fantástico homenaje a los musicales clásicos), The White Lotus (que se acaba mañana y me tiene intrigadísimo)…
… y, por supuesto, Ted Lasso. Que sigue siendo igual de maravillosa en su segunda temporada, que sacó el viernes un capítulo navideño a mediados de agosto (porque por qué no), y que además hizo este guiño a Hamilton en el primer capítulo de la temporada, porque se ve que cada vez que pienso que Ted Lasso no puede gustarme más tiene que ir un pasito más allá. Football is life!
📚 ¿Qué estoy leyendo?
Ya casi estoy terminando Rhythm of War (como me temía el mes pasado, sigo en ello, pero confío en haberlo terminado antes de septiembre), y mientras tanto no me está dando para leer mucho más… excepto por esto:
Hace un par de meses volví al ajedrez (he perdido ya la cuenta de las veces que he empezado a jugar, me he emocionado durante un tiempo, me he dado cuenta de que soy malísimo y necesitaría dedicarle un montón de tiempo para poder dejar de serlo, y a continuación lo he abandonado), y una de las cosas que está ayudando a que todavía no lo haya dejado es The Chess Mysteries of Sherlock Holmes, de Raymond M. Smullyan, un libro de problemas de ajedrez inusuales y en ocasiones aparentemente imposibles, pero siempre interesantes (y desquiciantes, también desquiciantes).
🎶 ¿Qué estoy escuchando?
Para empezar, la banda sonora de Vivo, claro. Porque si Keep the Beat mola, ¿qué decir del Remix de My Own Drum con Missy Elliot? (o de One of a Kind, sin ir más lejos)
Además, Ben Platt ha sacado nuevo disco, Reverie, y por ahora apenas he podido escucharlo un par de veces, pero tiene muy buena pinta (no esperaba menos, por otra parte).
Y mientras tanto, por supuesto… Sara Bareilles:
🎮 ¿A qué estoy jugando?
Hay juegos que ves pasar, les ves buena pinta, los añades a la lista de deseos de Steam3 y, años después, ahí siguen. Y luego hay otros que ves pasar y que te compras automáticamente sabiendo que no te arrepentirás. Como Death’s Door.
Death’s Door es un poquito un Zelda clásico, un poquito Ori, incluso un poquito Grim Fandango (por la ambientación y la historia más que por la jugabilidad, claro)… pero con toda la personalidad del mundo. Y, sobre todo, es divertidísimo: hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con un juego.
Además, tiene la duración perfecta (yo lo he terminado, con calma, en unas 12 horas): ni te lo acabas en una tarde ni te pasas meses haciendo misiones secundarias. Una auténtica joya.
También he jugado un ratito a la demo de Storyteller, de Daniel Benmergui4. Un concepto chulísimo y fantásticamente ejecutado, y que además va a salir para la Switch, que creo que es la plataforma perfecta para él. No os lo perdáis, de verdad.
Esta vez sí, y salvo que adelanten la fecha de lanzamiento de Encanto, creo que estoy en condiciones de afirmar que la entrada del mes que viene no estará dedicada a un musical de Lin-Manuel Miranda. No prometo nada, though.
(pero… ¿no tenéis curiosidad?)
Entra un poco justo, pero…
En la mía hay ahora mismo 233 juegos, que técnicamente deberían ser 234, pero ya he reservado Twelve Minutes (que sale la semana que viene), porque POR SUPUESTO he reservado Twelve Minutes.
Daniel Benmergui es el creador de Fidel Dungeon Rescue, un juego increíblemente bien diseñado al que sólo he jugado menos de lo que me gustaría porque no está para la Switch ni para Android (para iOS sí 😒), pero que merece muchísimo la pena.