04x06: TUNIC
Muchas de mis cosas favoritas, ya sean videojuegos, series o libros (con la música es un poco más complicado que pase) tienen algo en común: es mejor llegar a ellas sabiendo lo menos posible1.
Eso tiene un problema, y es que son muy complicadas de recomendar. Una buena parte de su encanto reside en descubrir qué es eso que las hace tan especiales sin que te lo cuente nadie, así que lo más que se puede decir normalmente de ellas es “En serio, hazme caso, Esta Cosa™ es genial”.
TUNIC es una de esas cosas.
Venía siguiéndolo desde que se llamaba Secret Legend, allá por 2017, y en mi cabeza iba a ser “sólo” un juego de aventura/exploración/puzzles, del tipo de los Zelda clásicos o el Death’s Door (que también me encantó, por cierto), por poner un ejemplo más reciente.
Y sí, es eso.
Pero también es mucho (MUCHO) más.
En serio, hacedme caso, Esta Cosa™ es genial.
Y hay una categoría incluso mejor, que es la de “cosas a las que es mejor llegar sin saber que es mejor llegar a ellas sabiendo lo menos posible”. Yo me entiendo.